Plataforma: Sega Genesis
Género: Beat ‘em up
Año: 1995
Desarrolladora(s): SIMS Co., Ltd.
Textos: Inglés
Ahora que una nueva película de los Power Rangers se cierne sobre nosotros, se me ocurrió la idea de recordar el videojuego basado en su primera incursión cinematográfica, de la que no puedo evitar preguntarme si decepcionó a alguno de los innumerables niños amantes de los Rangers en 1995 como lo hizo conmigo de adulto. Y es que existen cuatro juegos basados en esta película, pero ninguno hace un esfuerzo siquiera por recrear el argumento de la misma. ¡La versión de Super Nintendo era directamente un juego de la serie, pero con el villano de la cinta al final! Veremos pronto cómo se las arregla la versión de Sega Genesis para hacerlo mal.
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Nos situamos en el universo de los Mighty Morphin Power Rangers, los primeros. A los cinco Rangers originales se les ha unido un sexto, el Ranger Blanco, y tres de los primeros tienen rato de haber abandonado el grupo por motivos personales y legado sus poderes a tres recién llegados. Todo marcha bien hasta que Zordon, mentor de los Rangers, les avisa de la llegada de un nuevo enemigo, Ivan Ooze. Ivan gobernaba la Tierra hace seis mil años y buscaba terminar la fabricación de los Ecto-Morficones, sus máquinas gigantes en forma de insecto, para esclavizar al universo; pero un grupo de jóvenes guerreros precursores de los Rangers lo encerró en una “cámara de hipervacío” (un huevo morado gigante lleno de mocos) y lo sepultó bajo tierra. Por accidente, la cámara acaba de ser desenterrada, y Ivan ha sido liberado por Lord Zedd y Rita Repulsa, los villanos de la serie. La tarea de los Rangers es acabar con la amenaza de Ivan y salvar la Tierra.
No es necesario avanzar casi nada para descubrir que el juego ha sido muy mal llevado argumentalmente. El primer nivel está ambientado en el principio de la película, con los Rangers luchando contra los Hombres Ooze de Ivan, que aguantan una cantidad espantosa de golpes. Luego de superar este nivel, resulta que ¡se saltan toda la película en una sola escena animada! y el segundo nivel ocurre casi llegando al clímax del argumento adaptado. Esto quiere decir que no hay niveles de ninguna otra escena de acción de la película; no lllegas a luchar contra los cuervos Tengu ni contra los guardianes de piedra, ni los esqueletos de dinosaurio, ni nada -síganme la corriente; en su contexto tiene sentido-. ¿Entonces todo el juego son dos niveles? No; el tercero es una lucha del Megazord (el robot gigante, formado por cinco Zords más pequeños que se combinan) contra los Ecto-Morficones, y al terminarlo, los tres nuevos Rangers comienzan a conversar y a decir en voz alta que nunca se imaginaron que su papel como protectores de la Tierra sería tan difícil de cumplir. Y uno de ellos, la joven Aisha, dice entonces: “¿Recuerdan cuando nos unimos?”, lo que lleva a un puñado de niveles basados en la serie que cuentan justamente la historia de cuando se unieron ellos tres.
No es un caso aislado. A todas las versiones del juego –salvo tal vez la de Game Boy- les ocurrió lo mismo; no estaban pensadas para ser juegos de la película, sino de la serie, contando con elementos clave de la segunda temporada de la misma; pero entones salió la película, y había que hacer juegos de ella antes de que pasara de moda. Así que se agarró lo que se llevaba de los juegos de la serie, se les pegó delante un puñado de elementos de la película para poder decir que estaban basados en ella, ¡et voilá! Licencia cinematográfica instantánea. Y no precisamente una de las buenas; es más, me voy a atrever a decir que los juegos anteriores, basados enteramente en la serie, son hasta mejores.
El juego es un beat ‘em up para uno o dos jugadores simultáneos. Los Rangers pueden ejecutar un combo de cinco golpes (así éstos no estén conectando), un ataque especial que les quita vida (con un botón aparte), una embestida (ataque normal al correr) y un ataque con su arma particular (mantén presionado ataque normal por un rato, luego suéltalo) para derrotar a sus enemigos, algunos de los cuales al morir sueltan ítems de salud, vidas extra, continues extra o puntaje adicional. En ciertos niveles es posible controlar al Megazord para luchar contra los monstruos espaciales gigantes de Lord Zedd, o contra los Ecto-Morficones. No hay mucho más, ni se pide mucho más; los ingredientes están puestos para lo que debería ser un juego de lo más divertido. La palabra clave aquí es “debería”, cosa que no es.
Al igual que el Rambo de NES, los desarrolladores de este juego se empeñaron en que el mismo fuera muy fiel a la serie y a la película, en sacrificio de muchas otras cosas. Los Hombres Ooze del principio de la película aguantan una cantidad horrenda de golpes que pone a prueba al más incondicional de los beat ‘em ups y espantará enseguida al que menos guste de ellos, pero los Patrulleros Z de la serie mueren de un solo impacto; esto no tiene más razón de ser que “en el original era así”. Hay cantidades de jefes, tales como Goldar, el Centinela Escarlata o incluso el propio Ivan, cuyas batallas se terminan antes de que puedas bajar su barra de energía al máximo, porque justo antes de ese momento se escapan, o son destruidos al final por otros medios aparte de tus puños, porque “en el original era así”. La jugabilidad se ha echado a un lado a favor de apegarse rígidamente al argumento. Pero por otra parte, hay situaciones enteramente inventadas como pelear con Hombres Ooze de noche en la calle, o un subjefe secreto que es Lord Zedd estirando la mano para agarrarte desde el espacio exterior, que está cubierto de cuadrículas de neón como las de Transformers (¿cómorl?). Ni en el original ni en ninguna otra cosa era así, no antes de que existiera este juego.
Además, evidentemente no fueron capaces de implementar la mecánica de combinación de Zords en un juego de a dos, y el resultado es que puedes elegir al Megazord de turno o al Zord blanco de turno (los de Tommy, el sexto Ranger), pero nunca pueden unirse en un Megazord más poderoso como hacían en la serie con frecuencia.
El único aspecto que se salva es el sonido; la música está compuesta por versiones en 16 bits de varios temas y leitmotifs de la serie y de un disco llamado “Mighty Morphin Power Rangers: The Album: A Rock Adventure” (como aquel disco de las Tortugas Ninja, pero con 100% más superhéroes japoneses), y los efectos sonoros incluyen voces digitalizadas y exclamaciones de “¡Mastodonte!”, “¡Dragonzord!” “¡Tiranosaurio!” y similares, en inglés, al elegir a tu personaje. Recomiendo que se pasen un rato por el sound test en las opciones; no saldrán decepcionados si les gusta el tipo de rock comercial y benigno para todo público (AOR, Adult Oriented Rock, como se le dice) y/o la música de videojuegos de antaño.
En conclusión: Un juego de golpes con los Power Rangers y una supuesta licencia de cine, y poco más. Se dice de él que es el mejor juego de los Power Rangers jamás realizado. No se dejen engañar; esto no es Turtles in Time precisamente. Los juegos anteriores, de la serie, son un poco mejores, más aún si eres admirador de los Rangers.
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