miércoles, 20 de agosto de 2014

Banjo-Kazooie: Grunty's Revenge (2003, GBA)


Plataforma: Gameboy Advance
Género: Acción, aventura, plataformas
Año: 2003
Desarrolladora(s): Rareware
Textos: Multi



Este juego nunca había entrado en consideración para review (me lo bajé de hecho solo para divertirme con el, cosa que hacia mucho tiempo no pasaba), pero conforme iba jugandolo, noté tras una visita a la correspondiente carpeta que había mecánicamente tomado un enorme surtido de pantallazos en la medida que progresaba (aquello me sorprendió altamente, ya que en ningún momento fui consiente de que lo estaba haciendo).

No obstante no todo fue color de rosa, ya que muchas de estas mismas imágenes que tenía desaparecieron mágicamente -y sin explicación alguna- de mi disco... eso es mucho mas fatídico de lo que puede percibirse al leerlo simplemente, ya que una considerable cantidad de esas escenas solo puedo recuperarlas al iniciar otra partida paralela (para lo que no tengo tiempo ni ganas)... otro detalle que consiguió crispar mis nervios fue un ya clásico propio con esta saga... se me corrompió el savegame, y si no fuera porque le hago back-ups periódicos todo el esfuerzo habría sido en vano... ahora, es importante para mi que mantengan fresco en la cabeza esto que les acabo de decir, porque tales catástrofes hubieran condenado al ostracismo al 90% de los juegos a revisar, por lo que puede deducirse que este tiene la bastante calidad como para permitirme «pasar de largo» todo aquello y dejarme terminarlo. No se lo olviden, ya que dice mucho de él.

Grunty´s Revenge toma lugar dos meses luego de los eventos ocurridos en Banjo-Kazooie, pero extrañamente no entra en la linea de tiempo de la saga, al no considerarsele ni secuela del primero, ni una precuela del siguiente juego de la marca: Banjo-Tooie.

El argumento cuenta que el leal esbirro de Gruntilda, Klungo ha construido un robot a imagen y semejanza de la bruja, y al no poder remover la gigantesca roca que sella a la hechicera en tierra, el monstruo desarrolló una formula que le permite a Gruntilda dejar su forma corpea y trasladarse al cuerpo de metal. Funciona, y la nueva Mecha-Grunty decide hacerle una visita de cortesía a nuestros héroes.

Tanto tiempo bajo tierra le permitió a la prestidigitadora curtir un buen plan: decide separar a Banjo y Kazooie, y luego derrotarlos individualmente; a tal efecto secuestra a la plumiféra roja y se la lleva al pasado, dejando impotente al oso de la mochila. Mumbo Jumbo presenció toda la escena y por ende descubre el conjuro necesario para enviar a Banjo devuelta en el tiempo, encomendandole que busque a Bozzeye, el vetusto -y algo loco- antepasado de Bottles para le ayude.

Empezamos tomando únicamente el control de Banjo, por lo que nuestra gama de movimientos inicial será realmente diminuta, recortando la labor a unos pocos saltos y golpes. Ese es un aspecto del juego que me encanta, ya que en el primer Banjo-Kazooie de Nintendo 64, uno contaba ya desde el comienzo con una amplia variedad de opciones para moverse y atacar, por lo que necesitaba ser un ávido jugador y casi casi que tener una imagen dactilar del mando de la consola para entenderse... cosa que era literalmente el infierno para el común de los jugadores novatos (y si, me incluyo).

Con el oso debemos recorrer algunos de los niveles de apertura, juntado notas musicales con las que «pagarle» a Bozzeye para que nos instruya con nuevas técnicas y ataques. Hay partes que aparecen muy temprano en el título, pero que son sin embargo accesibles mas adelante en el mismo, cuando dominemos las nuevas artes; es es un estilo un tanto -salvando las diferencias- parecido al esbozado en Pandemonium!, donde uno podía «ver» escenarios futuros mientras recorría los iniciales... y en un juego de aventura eso es oro. Oro puro. Nuestra siguiente gran ocupación inmediata es la de recolectar jiggies (gigantescas, brillantes, y poco ignorables piezas de rompecabezas) con las que pagar tributo a Jiggywiggy en el templo de Montaña Espiral. Estas doradas piezas están sujetas a una poderosa magia capaz de romper los conjuros protectores de Gruntilda a las zonas aledañas a la sierra. Su obtención varia un poco dependiendo de cada uno (aunque la mayoría se encuentran al aire libre y solo es necesario conocer la habilidad precisa para conseguirlos): en algunas ocasiones debemos ayudar al personaje que lo tiene para que éste «nos recompense» con el; en otras es necesario jugar un mini-juego para quitárselo a su propietario actual (ya sea amistosamente o no), mientras que un considerable número de ellos aparecen al ganar la batalla con el jefe del nivel (que dicho sea de paso todas tienen una variedad increíble). En fin, creo que se entendió la pluralidad de los casos.

Existen una tercera clase de «objetos» (lo señalo entre comillas por que son de hecho seres vivos) que tenemos que conseguir: los Jinjos.

Hay cinco de ellos por área, y una vez rescatados todos, la Oráculo Jinjo nos recompensará con una pieza jiggy; aún así es capaz de darnos pistas, estrategias y consejos al recuperar a alguno de sus súbditos. Los multicolores monigotes están bastante escondidos en cada etapa, pero «silban» cuando tenemos cerca a alguno, revelándonos su posición. Por lo que he visto, es posible estropear la chance de agarrar a alguno sino hacemos las cosas en un orden determinado (aunque por suerte estos casos son mínimos, y no el actuar común del juego).

Volviendo al tema de los escenarios, hay que aclarar que nos deslizamos por un número realmente importante de mundos únicamente con el oso (y algunos de los mejores ataques solo son conocidos por la psicótica hembra voladora), pero este se las apaña bastante bien para funcionar por su cuenta. Algunos enemigos pueden ser un verdadero problema, pero felizmente la ausencia de Kazooie solo se siente en momentos muy puntuales. Con todo esto, igual la obtenemos en el nivel tres o cuatro (son siete en total).

La idea de Kazooie fue magistralmente llevada por la gente de Rare, ya que conservaron -e invirtieron- en su cáustica personalidad (tiene tan poco problema para discutir con Bozzeye como lo tenía con Bottles, y además poco teme hilar ácidos comentarios ocasionales contra otros personajes), pero también la dotaron de una respetable cantidad de habilidades que se compenetran muy bien con las que a Banjo le fueron dadas. Hay zonas donde solo ella puede caminar, un par de ataques de propia realización que funcionan para la metódica resolución de puzzles, y algunas otras poco omitibles características (que arruinaría la sorpresa al comentar aquí). Solo diré que me asombra la velocidad con la que le programaron, pone en vergüenza a la caminata de Banjo... ¡incluso con este en sus espaldas!. Que quede asentado entonces, si te gustó en el primer juego, aquí el ave roja brilla aún mas.

Quizá de todos los personajes amistosos que conoceremos en el juego, Mumbo Jumbo sea el mas «colaborativo» (al no ser necesario... sobornarle). Después de cada batalla final, junto al correspondiente Jiggy se nos entregan unos tokens mágicos que el hechicero vudú puede utilizar para transformarnos en distintas criaturas a petición.

Además de nuestra forma de oso, Mumbo Jumbo nos puede convertir en un pulpo, un ratón, un tanque y una vela; todas estas transformaciones tienen un propósito especial, y sus propias limitaciones (de las cuales todas tienen en común la ausencia de Kazooie). Sumado al surtido de limitaciones sujetas a cada cuerpo, hay que mencionar que todos ellos (con la obvia excepción del calamar) mueren al contacto con el agua.

Otro de nuestros amigos que repite su actuación en este juego portátil es Honey B, la cual espera pacientemente en su colmena a que le llevemos los siempre esquivos panales vacíos, con los que nos agrega un eslabón mas a nuestra barra de vida.

Algo que no había comentado hasta aquí es que -sin trucos ni códigos- el juego es completamente lineal, ya que el necesario tributo a Jiggywiggy hace de la apertura de mundos un asunto de recolección... pero sin pensarlo, el usuario no es totalmente consiente de ello, al punto que solo camina Montaña Espiral a su aire, sin preocuparse demasiado, y en cambio desentrañando uno a uno todos los secretos que las áreas a las que si tiene acceso tienen por descubrir.

Los gráficos de este juego son excelentes para lo que un Gameboy Advance es capaz de hacer, pero esa es precisamente una de sus contras mas importantes: en el mundo «2,5D» de Grunty´s Revenge, los objetos se muestran en dos dimensiones, pero se «sienten» en tres, por lo que elementos en apariencia «planos» pueden ser abordados o aplastados para generar funcionalidades. Esto es particularmente notorio en el caso de swithces y botones.

Dejando de lado ese pequeño «traspié», el resto del apartado gráfico de esta obra de Rare es magnífico: el cambio de perspectiva, y el más débil motor no han logrado mellar al juego, que acaba finalmente mostrado lo que un universo de Banjo-Kazooie debe ser, con su gran explosión de colores, sus simpáticos personajes y sugerentes mundos que explorar. Y ya puesto en ello voy a comentar que todos los niveles (que van de lo árido a lo ártico) cuentan con una gran cantidad de escenografía acorde, plagada de detallitos que deben su razón a ser solo a generar un poco mas de ambiente (cosa que logran por lo alto). El único efecto que no logra convencerme en todo el juego es el del agua, demasiado simple en relación a los demás -en ocasiones es solo una capa de color celeste-.

La música está también a la altura, con una buena selección de temas armonizando rítmicamente con el lugar que nos hayamos explorando al momento de oírla. Todas las melodías me gustaron, y mi favorita es la del odioso Spiller's Harbor.

Los efectos de sonido están bien, y en general no molestan (lo cual es de hecho muy bueno, nadie quiero tenerlos demasiado presentes). Ningún personaje habla, pero tienen unos graciosos gruñidos «ecosos» para comunicarse, lo cual se siente como una charla con palabras.

Sé que dejé mucho sin comentar pero...

A) La review no puede ser mas larga que el tiempo que me tomó pasarlo

B) Mi intención es que te animes a probar este juego, no que te lo sepas de memoria sin haberlo visto ni una vez.







En conclusión: Si alguna vez leíste mi review del Banjo-Kazooie original sabrás que aquel me dejó sensaciones encontradas, y lo noté bastante tibio en todo momento... bueno, pues Grunty´s Revenge me gustó tanto que me hizo revalorizar aquel, juzgando dura mi opinión inicial, y de hecho que le voy a dar una nueva oportunidad al juego de 64 bits.

El único «problema» que le encontré a este titulo es que se me fue demasiado rápido... me lo pasé jugando a ratos por tres días, y doce horas totales según el cronómetro que trae incorporado, las cuales me parecieron minutos.

Sinceramente un juego que tanto los detractores como los fanáticos del dúo antropomorfo no se pueden perder, ya que dejará impresiones muy favorables en los primeros, y avivará la llama en los demás. Recomendado!

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