martes, 19 de agosto de 2014

Brutal Paws of Fury (1995, DOS)


Plataforma: PC
Género: Peleas
Año: 1995
Desarrolladora(s): GameTek
Textos: Inglés



Brutal Paws of Fury -también conocido como Brutal: Above the Claw, en su versión consolera- es un divertido «clon» del Mortal Kombat con bastante gracia y calidad, aparecido en 1995. La principal diferencia entre la consabida obra de Midway, y este producto de GameTek reside en que este último está enteramente protagonizado por animales antropomorfos, lo que sin lugar a dudas lo dota de una gran personalidad... y esto queda apoyado en gran manera, gracias al genuino esfuerzo invertido por los desarrolladores para lanzar un titulo que goza de gran cantidad de personajes para elegir, una historia individual e irrepetible para cada uno, y una gama de movimientos especiales igualmente unipersonales. Con todo, este programa lanzado también para SEGA 32x y SNES, queda dotado de enorme valor de re-juego.

No obstante, no todo es color de rosa con el, y si bien sobra la minuciosidad, también hay partes que han quedado irremediablemente despulidas, dejando un extraño efecto en el jugador. Por ejemplo, es importante recordar que debemos apretar «espacio» luego de cada pelea para saltearnos el replay -que es un bonito detalle, y de todas formas puede ser desactivado-, porque si por instinto oprimimos «escape» en su lugar, el juego volverá al menú principal sin pensárselo dos veces, costandonos todo nuestro esfuerzo. Además de aquello, el mismo adolece de otro gran problema implícito... este se vuelve increíblemente fácil en aquella selección de dificultad (yo llegué a mitad del recorrido mas o menos usando solo la patada baja) haciendo que su «curva de aprendizaje» directamente no exista... con todo, esto tiene un lado positivo: brindar al usuario de una falsa sensación de seguridad (el primer enemigo mas o menos serio del programa, Kendo Coyote, me resultó una pesadilla imposible de franquear). Y para rematar aquello, el título no guarda el progreso del jugador, por lo que somos obligados a recorrer cada una de las batallas nuevamente para alcanzar al rival que nos hizo morder el polvo, una vez extintos nuestros tres continues (que en un principio juzgué de suficientes, pero el tiempo cruelmente me desmintió). Pero dejando esos defectos de lado, el juego se convierte rápidamente un sólido «Tournament Fighter» que brilla con luz propia.

Además de los más básicos ataques -y de gracias a Dios, controles configurables- otros movimientos especiales se van desbloqueando con el correr de los combates, con lo que nuestros peludos y emplumados guerreros siempre tendrán una forma de sorprendernos... en adición, todos los combos especiales son bastante simples de averiguar, por lo que no hay que darle mil vueltas al control para realizar un golpe especial. Sumado a eso, los personajes realizan sus diferentes tomas marciales con sorprendente fluidez, como si de caricaturas de buena marca se tratasen. Y ahora, como ya no me resisto mas, pondré una cita del manual del juego -que tengo, y adjuntaré para descarga-:

Cada cuatro años, el Dali Llama recorre el mundo en busca de los mejores talentos marciales. El juzga no solo la fuerza que poseen, sino también cuanto «espíritu guerrero» les acompaña, invitándolos a una pacífica isla para que se midan en orden de ver quien es el mas digno de llevar el «cinturón del cielo».
Adicionalmente se nos informa que cada oponente representa un escalón en la gran torre del conocimiento, en una colorida forma de meternos en la «idea» que el juego intenta transmitir; siendo esta la distribución de la lista: 1 - Right Understanding, 2 - Right Resolve, 3 - Right Speech, 4 - Right Action, 5 - Right Livelihood, 6 - Right Effort, 7 - Right Mindfulness, 8 - Right Mediation, 9 - Right Power, 10 - Right Love. Y aunque es obvio que esto no aporta realmente nada a la experiencia, tengo que reconocer que me encanta cuando los desarrolladores ponen esa pizca de esfuerzo adicional solo para intentar ganarse al jugador, incluso cuando este no está jugando.

Lo último que quisiera comentar, es que la velocidad con la que se desarrolla «Brutales Garras de la Furia» va lo divertido a lo simplemente desesperante, doblando la agilidad presente en un combate del mencionado MK... y aunque estoy seguro que mas de uno podría pensar que esto le aporta mucho dinamismo a la cuestión, me temo que esto no sucede así en el grueso de las batallas, donde se reduce la labor a una enojosa persecución del rival por todo el escenario. Y como al juego le encanta contrarrestarse a si mismo, existe un curioso delay de uno o dos segundos en la pantalla del mapa, y al iniciar cada round.

Pasemos ahora al obligado resumen técnico:

Los gráficos de BPoF vienen a operar como todos los presentes en el género de peleas: personajes animados sobre fondos pre-renderizados... no es un mal efecto de hecho, pero lo cierto es que muchos combatientes tienen una terminación ciertamente plana... eso no sucede, claro, en la pantalla de selección, donde no solo se ven grandiosos, sino que además podemos vislumbrar sus animadas figuras haciendo alguna actividad marcial en el fondo nocturno. De hecho, el juego se la pasa alternando estilos para intentar generar mayor variedad, en un gesto sin duda loable, pero si digo «intentar» es porque muchas veces no pasa de ello (la pantalla del mapa, por ejemplo, es bastante horrenda de observar). Aún así, creo que el mayor problema del que adolece el apartado gráfico del juego reside en que muchos de sus mapas cuentan con texturas foreground, que parecen no tener mayor propósito que el de estorbar la vista del jugador (y esto me hizo particular «gracia», cuando seleccioné al diminuto Psycho Kitty como mi luchador).

La música es francamente buena, suena con el volumen correcto, y me encanta que por una vez haya temas de corte techno en lugar del omnipresente Rock and Roll. Los efectos de sonido son bastante buenos a su vez, concebidos con la idea adaptarse al hardware de las consolas que finalmente los recibieron, por lo que se escuchan «ecosos», pero no mal realmente.






En conclusión: Pues si, a pesar de algunos fallos que pueda tener, Brutal Paws of Fury realmente me ha gustado... quiero decir, salió con la idea de hacerle frente al gran Mortal Kombat, pero lejos de ofrecer una alternativa, sus desarrolladores se preocuparon mas de programar, linea a linea, un juego memorable que pudiese ser disfrutado sin tener esa molesta sensación de que uno está probando una mera copia. Recomendado!

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