Plataforma: PC
Género: Platformmer
Año: 1993
Desarrolladora(s): Apogee
Textos: Inglés
Alien Carnage llegó a las tiendas en 1993, de la mano de los maestros de Apogee. En realidad, se publicaron dos versiones -clásica táctica de la compañía-, y la segunda fue bautizada como Halloween Harry, y distribuida únicamente de forma shareware. Pero esta última no es la que nos interesa ahora, y -de todas formas- su popularidad fue casi nula.
El argumento es simple, pero de alguna manera hilarante. Somos llamados de emergencia a la «Estación Espacial Libertad»; donde una mujer militar de nombre Diane, nos pone al tanto de la situación: tres días atrás, una nave extraterrestre penetró subrepticiamente en la órbita terrestre, y aterrizó sin vuelta alguna en el techo del rascacielos mas alto de Nueva York. Ni bien tomó tierra, la tropilla intergaláctica -de origen desconocido, además-, comenzó a mancillar a los primeros humanos que se cruzaron en sus caminos, transformando a sus restos en zombies sin cerebro. Nuestra querida interlocutora, ágil como una lince, cree que la Tierra es solo la primera parada de la nave alienígena, pero que sin embargo, planean organizar aquí un ejército de milicianos zombies para lanzar una ofensiva a gran escala sobre el universo entero... y algo de razón tiene, porque pronto nos llega una -no tan agradable- transmisión del líder alíen, responsable de todo el desaguisado; en ella establece -inmediatamente luego de llamarnos «mierda»- que las fuerzas de defensa planetarias tienen veinticuatro horas para deponer las armas, o él convertirá a sus rehenes en violentos zombies asesinos -hey, ¿no es exactamente lo que estaba haciendo ya?-, en lo que es, sin duda, un épico ultimátum.
Y aquí es cuando se pone divertido, ya que Diane solemnemente explica que la única razón por la que nos vemos involucrados en esta suerte de carnicería verdosa, ¡es porque todos los demás han fallado!, dando a entender que nuestro pobre Harry no tiene una habilidad especial, ni es extremadamente ducho en el combate, sino que es literalmente la última esperanza del planeta... aún así, toda clase de información útil es disimuladamente soltada durante nuestra larga charla con la capitana -no, no hay apuro, osea, nadie está sufriendo horribles mutilaciones en estos momentos...-, como por ejemplo un delicioso justificativo argumental para contar con solo un par de ayudas por nivel -y es, en caso de que se estén preguntando, el alto grado de radiación que bloquea las ondas de radio-. También se nos da un repaso por nuestro arsenal, y los objetivos a cumpir antes de dejarnos ir.
Ahí queda el argumento -bellamente intercalado con diapositivas y animaciones para hacer menos monótona la cosa-, pero antes de ponerme a hablar del juego y sus mecánicas, quisiera aclarar algo... este Halloween Harry/Alíen Carnage es uno de los tres que mas he viciado en mi vida -solo de detrás de Secret Agent y Pokémon Yellow-, y la razón de esto es que, aunque a ratos frustrante como pocos, ofrece la suficiente calidad como para permitirle al jugador seguir volviendo a él con cierta regularidad. Y creo que ello no hubiera sido posible sin la genial arquitectura de niveles, o el fluido control con el que dispone... o -ya que estamos-, con el impresionante apartado técnico del que hace gala. Ahora si, pasemos sin mayor dilación al juego en si.
Este se divide en cuatro episodios, y muy a pesar de que el mismo no se canse de informarnos que no podremos avanzar mas allá del primero sin haberlo superado, encontré que es posible «destrabar» todos los demás con solo entrar y salir de el... en lo que obviamente es un error de programación por parte de los responsables, pero que, sin embargo, no me molesta en lo más mínimo... digo, no es como sino hubieran programado el final ni nada parecido... . El desarrollo de cada una de estas misiones es del tipo laberíntica: recorremos los escenarios en un orden no lineal, rescatando rehenes de las terribles cámaras de mutación extraterrestres, y volamos todo lo que se interponga entre nosotros y la salida del nivel.
Sorprendentemente simple en los papeles, esta metodología de juego tiene su propio set de «trampas», para obligarnos a pensar un poco antes de gatillar, ya que nuestro héroe cuenta entre su grandioso arsenal, con un jetpack y un lanzallamas... que usan el mismo tipo de combustible, así que volar de mas puede dejarnos indefensos ante un ataque tipo horda, o, por el contrario, disparar desmesuradamente, varados en algún olvidado rincón del nivel. La gente de Apogee pensó en esto, y por ello nos concibieron graciosamente, una especie de máquinas expendedoras, donde podremos recargar combustible y munición para todo nuestro equipo. Debemos alimentar estos aparatos con «dinero» extraído de los humeantes y achicharrados cuerpos especiales que crucemos por nuestra mira... en clásica y mágica lógica videojuegil. No obstante, esto se «rompe» un poco al estar disponibles nuevas tecnologías, ya que nuestro personaje comienza a parecer una suerte de fortaleza andante, y los recaudos tomados al principio -junto con esa innegable sensación de vulnerabilidad-, acaban oscureciéndose hasta casi desaparecer llegando al final del título. Es una lástima, puliendo un poco mejor esta idea, los chicos que lo crearon, podrían haberle asegurado a este -por demás excelente- juego un lugar en la historia grande del ocio electrónico (pero aún así, -y en su estado actual-, no deja de ser una belleza).
En cuanto a los enemigos... bien, creo que es acertado dividirlos en dos tipos: ya que por un lado tenemos a los distintos tipos de zombies, y alienígenas, y por otro, a los llamados «obstáculos de nivel». Varios de estos engendros especiales caen rápidamente en la inanidad, al ser demasiado simples de acabar (y también lentos para atacar), pero otros poblarán largamente las pesadillas de los jugadores ansiosos por avanzar, ya que se especializan en «emboscar» al usuario por medio de ingeniosos camuflajes, o simplemente, apareciéndole de improvisto y por detrás (quizá el mejor ejemplo para ilustrar aquello sean los infames «charcos», difíciles de ver, y letales al contacto).
En cuanto a los llamados «Stage Hazzards», pues varían de episodio en episodio, pero son omnipresentes. Por ejemplo, en el mapa que abre el juego (las alcantarillas), tenemos una difíciles correntadas, que empujarán a Harry lejos de los pasadizos a los que debe dirigirse (aunque sin dañarlo). En otros mapas, tenemos caídas, alguna que otra «Boby-trap»... y, por supuesto, la maldita escasez de combustible. Bueno, en realidad, a mi me encanta esa tan grave carencia de petróleo, ya que hace al juego más difícil sin volverlo injusto en el proceso... ojalá el ejemplo hubiese cundido.
Pasemos ahora el obligado resumen técnico.
Por el lado de los gráficos, hay que primero señalar que este título tuvo el honor de ser uno de los primeros platformmers realizado enteramente en el nuevo estándar VGA. Y si, puedo entender que a muchos aquello se les traduzca inmediatamente como «feo», pero para nada... de hecho, me sorprende el partido que le sacaron los dibujantes a las nuevas posibilidades que tuvieron por delante. Afloran los detalles, y lo que no pudo plasmarse de manera convincente, está hábilmente disimulado mediante variedad de trucos visuales... incluso las mencionadas animaciones y diapositivas cuentan con un trazo muy profesional (que de inmediato transmite el nivel de mimo puesto en cada nueva línea). Y yo la verdad que el único problema que le encuentro al apartado gráfico de este titulo es el «frame-rate» de las animaciones... pero no porque esté mal realizado, sino porque para representar las mutaciones y otras escenas de «terror», se recurrió a pequeños fundidos en negro, y eso baja considerablemente la «fluidez» ante la vista.
En cuanto a la música y efectos de sonido... bien, ustedes saben que para mi es ya un aspecto sin importancia (mientras no moleste está bien) pero la banda sonora de este juego me dejó boquiabierto. Osea, incluso me tomé la molestia de rippearla y convertirla a MP3, para mandarla a mi biblioteca del iTunes. Dudo mucho que pueda hacerle justicia con palabras, pero por eso mismo voy a añadir un enlace a la misma para que puedan degustarla con propiedad... cada tema desde la introducción (¡sobre todo el de la intro!) está realizado con impensada maestría, y uno obtiene el acompañante ideal para su lucha por la supervivencia de la raza. Simplemente encuadra muy bien la acción (aunque sin robarle protagonismo), y redescubrirla ahora (tras todos estos años), fue un hermoso regalo que no esperaba darme. Es más, diría que estas melodías son por si solas motivo suficiente para agenciarse una copia del juego. Así de buenas son.
Los efectos de sonido están hechos en «modo árcade» (fuertes explosiones, minúsculas tonadas que se hacen presentes al cumplir un objetivo...), pero la verdad que no están nada mal. Encuentro particularmente satisfactorio el vaciar el lanzallamas sobre algún bicho verde espacial, o recorrer los niveles con mi jetpack a cuestas... Ah!, y también hay voces digitalizada (para TODOS los personajes in-game... así es, hasta los zombies hablan). Pero la verdad que a estas el paso del tiempo las ha aniquilado; oyéndose huecas, y carentes de interés... pero insisto, son un detalle que no me esperaba encontrar.
En conclusión: Pues si, este juego no debería pasarle desapercibido a ningún fanático del género. Cuenta con una inmensa calidad técnica, y es también tremendamente divertido. Recomendado!
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