martes, 19 de agosto de 2014

Das Boot: German U-Boat Simulator (1990, DOS)


Plataforma: PC
Género: Simulador Bélico
Año: 1990
Desarrolladora(s): Artech Studios
Textos: Inglés



Das Boot salió a la venta casi una década después de la famosa y premiada película homónima alemana... mas allá de esto, el nombre parece ser sólo un -efectivo- medio publicitario, ya que entre juego y film no hay nexo (excepto por la similitud de alguna misión especifica). Su nombre completo es Das Boot: German U-Boot simulator, y fue desarrollado por Artech Studios.

Como muchos otros, me lo bajé por el inmenso amor que sentí por aquel celuloide dramático ochentero. Y debo decir que tras el trago amargo que sentí al saber que finalmente el juego no estaba basado en éste, no me decepcioné, porque tenía delante de mi un buen juego.

Este simulador usa un modesto motor gráfico de principios de los noventa: los objetos son todos poligonales y no hay marcas en el horizonte, además carecen de mayor detalle y la física que los mueve parece que los «arrojara» con mucha fuerza contra el cielo y el agua. No obstante, marca la delgada linea entre lo viejo y lo nuevo, ya que en los años siguientes (y a lo largo de todo el decenio) otros tantos simuladores de toda índole usarían versiones mejoradas de este mismo concepto para darle vida a auténticos clásicos del género como DogFight: 80 Years of Aerial Warfare y Su-27 Flanker, entre otros.

El juego tiene un sistema de control simple que insiste en parecer complicado: en teoría podría manejarse con pocas teclas o combinaciones de ellas, pero en el medio de la puesta en marcha de esta idea, los programadores se olvidaron de instalar algunos shurtcuts importantes. Por ejemplo, podemos sumergirnos, emerger y movernos con sólo las teclas direcciones PERO el periscopio requiere que estemos en la sala de control para usarlo (algo totalmente innecesario, en la superficie los binoculares que vendrían a ocupar la misma función, tienen su tecla de acceso rápido). Por lo demás diría que el control funciona bien, salvo por estos pequeños -y hastiantes- detalles.

A pesar de llevar «simulador» en su nombre, el juego también cuenta con un modo árcade para aquellos que no se entiendan o no se quieran comprometer a estudiar su funcionamiento a fondo. Dicho sistema de juego agrega mas facilidades a coste del realismo, por ejemplo: podemos elegir la efectividad de los torpedos (desde «históricamente correctos», a «certeros»), si queremos que la tripulación repare los daños velozmente, a una velocidad normal o si solo queremos ser reparados en los puertos. Podemos, a su vez, elegir si queremos que nuestro submarino sea del nuevo tipo VII-C o si queremos que sea de alguno de los anteriores modelos. La última cosa que podemos definir es el equipamiento de nuestro sumergible, que puede ser anterior o posterior a 1941; las diferencias son notables y pasaré a explicarlas a continuación.

Por ejemplo, si elegimos un submarino mas antiguo, nuestra velocidad se verá drásticamente reducida, además no contaremos ni con sonar ni con radar y tampoco tendremos armamento anti-aéreo por lo que: nuestra tripulación solo podrá informarnos la presencia de aeronaves enemigas al hacer contacto visual con ellas, y sin poder defendernos con el cañón superficie-aire solo nos queda intentar hacer puntería con el armamento de cubierta (superficie-superficie) o realizar una inmersión de emergencia lo mas rápido posible y perder nuestra presa.

El factor velocidad hará que solo los amantes de la historia naval se decanten por los aparatos mas viejos, ya que a grandes rasgos el juego viene a funcionar con un pequeño juego de mesa. En el cuarto de radio se nos dará la ubicación de un blanco o convoy enemigo y nosotros tenemos que desplazarnos hacia el. La ubicación vendría a ser como un tablero de ajedrez... por ejemplo: Convoy avistado en B1 (y nosotros nos encontramos en, no sé, C3), entonces hay que poner proa hacía allí lo mas rápido posible. No obstante el programa nos alivia esta parte vital de la experiencia con dos ayudas. La primera es un sistema para comprimir el tiempo hasta cuatro veces su velocidad normal, la otra es un sistema de «Waypoints», donde podemos marcar el cuadrante al que queremos dirigirnos y nuestra tripulación nos llevará automáticamente hacia allí, y cuando finalmente lleguemos pondrá las maquinas en punto muerto y nos dará aviso. Para finalizar con el cuarto de mando, hay que decir que allí los mensajes llegan codificados de cuatro maneras: Dianna, Tritón, Enigma y enemiga. Debemos codificar los mensajes que enviemos y decodificar los que recibamos, a su vez podemos traducir los mensajes enemigos que interceptemos. Enviar mensajes no codificados nos valdrá un castigo verbal, aunque no tiene casi punto el hacerlo, nuestra única finalidad en el cuarto de radio será conocer la ubicación del enemigo para darle caza.

Las demás salas del submarino hacen un gran esfuerzo por cumplir: las baterías y el aire fresco deben ser recargadas mediante inmersiones al aire libre que no duran mas de unos minutos, pero que sin embargo nos pueden costar la vida. En la sala de torpedos podemos cargar los cuatro tubos con el tipo de armamento que mas nos guste y prepararlo así. En la sala de control podemos tener acceso al diario de guerra, la plantilla de daños y el periscopio. Todas ellas cuentan con maquinaria que se mueve y varios «ometros» saliendose de escala. Los encuentro muy bien diseñados y son, con diferencia, de los mejores aspectos gráficos del juego.

En un notable esfuerzo por parte de los diseñadores, podemos tener misiones de día y de noche. Encuentro estas ultimas particularmente atractivas... nada como ver un barco cruzarse despreocupadamente en nuestro camino, solo para encontrar su perdición a manos de nuestro armamento. Cuando lanzamos un torpedo, podemos ver su trayectoria en el agua y -si le acierta- la consiguiente explosión. Nuestro primer oficial nos indicará que el torpedo ha acabado su carrera de tiro y se ha perdido o que, por el contrario, ha alcanzado su blanco. La animación de un hundimiento es bastante mejorable en mi opinión y casi que me hace querer dedicarme 100% a las misiones anti-aéreas, son solo un barco dando un trompo sobre si mismo y desapareciendo de la superficie en medio de burbujas y escombros pixeleados. El juego cuenta la cantidad de disparos realizados y los aciertos, además del numero de aeronaves derribadas y las anota en forma de high-scores en el Diario de Guerra del menú principal.

El Diario de Guerra puede ser borrado en cualquier momento desde el mismo menú, pero para aquellos que quieran dejar su marca como grandes Capitanes Zur der See, maestros de las Rudeltaktiks, existen ocho desafíos de prueba llamados «Entrenamientos Bálticos», cuatro en la superficie y cuatro sumergidos. En ellos -que complementan muy bien las escasas misiones con las que cuenta el juego- podemos practicar torpedeo, salteo de campos minados, defensa anti-aérea y ataques con el cañón de cubierta, a falta de este ultimo recurso al estar sumergidos, podemos tener duelos «Submarino vs Submarino» en las profundidades.

El juego adolece de falta de misiones, las que hay son muy variadas, si, pero con eso no alcanza... ni siquiera alcanza con la duración indefinida de cada una de ellas. En ocasiones uno quiere seguir jugando tras haber dominado todos los aspectos del juego, y no le queda otra que repetir... esto no está tan bueno realmente.

Por lo demás, el sonido no es mas que unos cuantos «trush-trush» y «pic,pic.pic» del Speaker, y la música existe, pero es demasiado poca como para apreciarla, aunque el juego es sólido, enviciante y entretenido, por lo que es fácil pasar de esto.






En conclusión: El juego es un cazabobos por su título y una joya por su contenido. Claro, no es 100% infalible para los eruditos del arte de la guerra submarina y sus aparatos, pero por otro lado no deja de ofrecer una experiencia con algo de realidad, muy entretenida y bastante dificultosa. Quien no me crea que se pare en la torre a buscar blancos con sus binoculares y a protegerse de las mortales cargas de profundidad y ataques aéreos, mientras guía su nave a puerto seguro. Recomendado.

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