Plataforma: SEGA Genesis
Género: Plataformas
Año: 1992
Desarrolladora(s): SEGA
Textos: Inglés
Sonic 2 es un juego que la vida misma lleva años recomendándome... literalmente. Quiero decir, no se puede realizar una búsqueda sobre ninguno de los otros títulos que componen esta gran saga, sin encontrarle destellando en un lugar privilegiado, con listones, estrellas, cromados y anillos... cual logo del erizo. Y hoy finalmente, memorioso como soy, me he decidido a probarlo, con las sorprendentes conclusiones que leerás a continuación.
Bien, ante todo quiero decir que durante mis largas horas de juego, he podido comprobar el por qué de la tanta popularidad que este juego ostenta; no obstante, creo que llega en momentos a ser totalmente inventada e irreal... casi como si los narradores de tal magníficas historias no creyeran que este programa del Sonic Team poseyera suficiente calidad por si mismo. Pese a ello, considero a la continuación de Sonic como una digna secuela, y un buen juego por su cuenta.
Yo fui un gran fanático de la primera mitad, y aquí queda poco de aquella, ya que mientras que el primer lanzamiento era todo acerca de correr, esta entrega lo es en lo referente a la velocidad... me explico: En Sonic 1 abundaban los espacios para tomar carrera, haciendo que fuera la propia locomoción del erizo la que lo desplazara por el escenario, mientras que en esta segunda parte, toda rapidez viene del contacto con el nivel mismo, al hacer nuestro azulado amigo peso contra elevadores y resortes por doquier. No es para nada una mala mecánica, y en sus claustrofóbicos mundos, la anterior forma de jugar simplemente no hubiese tenido cabida... «tomar vuelo» es poco menos que imposible en las áreas que lo componen. Con todo, quiero decir que algunas partes están muy mal suplidas: aquí ya no hay casi saltos de fe, ni tampoco existe tanta «escalda», siendo reemplazados estos dos factores por pseudo-omnipresente agua... odiosa agua asesina. No hay palabras que expresen cuanto me irrita aquello, Sonic no muere al contacto con el líquido, pero es angustiantemente vulnerable en el (sin contar que se ahoga en segundos), por lo que poblar una buena cantidad de niveles con este «obstáculo» se me antoja simplemente estúpido... es totalmente irritante. Por suerte, esto queda casi contrastado con la inclusión de nuestro fiel amigo Miles «Tails», quien puede atacar a algunos enemigos, y recibir daño de manera independiente a nuestro protagonista, con lo que podemos luchar a gusto contra el posible ahogamiento (no soluciona el problema ni mucho menos esto, pero es un lindo agregado... y me recuerda poderosamente a la serie de televisión que me hizo Sonic-Adicto).
Por cierto, yo mencioné que muchas de las formas han cambiado, pero, en varios casos, esto ha sido para mejor, ya que Sonic 2 es una oda a la aceleración, y este juego brinda finalmente los medios para dejar una estela a nuestro paso. No solo andamos todavía por los conocidos medio-casos, ni tampoco se sigue enteramente tratando de pasar por divertidos rizos en 3D, sino que además se añaden aquí al surtido, oblicuos pasadizos impulsantes, cruces horizontales interconectados, e incluso pilares por los donde gravitar. Con todo, aquella fina selección observa rápidamente su cúspide, ni bien cruzamos el umbral del nivel zonal que hace tan famoso y exquisito a este título... Casino Night. Aquí es tal la diversión, y está tan bien equilibrada -en las manos de un precavido jugador, los anteriores escenarios duran solo segundos- que incluso terminar este mundo es una tragedia... porque es tan excelente que uno desearía que se extendiera por mucho mas tiempo del que finalmente cronometra... por cierto, creo que he de mencionar que llegar a la prometida tierra de los pinballs y apuestas, es el justo premio por haber soportado una enojosa excursión selvática.
Bien, ya quedó fuertemente demostrado que este juego es bastante mixto en cuanto a lo que ofrece, y lo que puede recriminársele, así que solo citaré un par de ejemplo mas de cada cuestión antes de cerrar el presente articulo: por un lado insisto en que el carismático DR Robotnik (si, Robotnik, no Eggman o como quieran llamarlo ahora) pasó en el espacio de un solo titulo de representar una amenaza difícil de batir, a ser un enemigo bastante neutral... en realidad, aparece en esta entrega bastante mas seguido -cada dos niveles, de hecho- pero su estrategia combatiente se reduce a intentar golpearnos de formas muy poco verosímiles... mientras lo apalizamos a voluntad. Nunca perdí una sola vida con él, y si digo que me acertó cinco veces en seis encuentros probablemente esté exagerando como el descubridor del Islote Águila... Bueno, ¿y la causa redentora?, se preguntarán... bien, esta sería que esta plaqueta aparecida en 1992 cuenta con una inmensa variedad para sus locaciones, logrando que pasar de nivel realmente se sienta como una recompensa, y sea por tanto, algo deseable -yo tuve problemas para apagar el juego por esta misma causa, quería seguir jugando-. Definitivamente ha mejorado en ese aspecto.
De acuerdo, ya mucho se ha dicho, y no queda mucho mas por expresar tampoco, por lo que solo restaría realizar el -ya tradicional- papeleo técnico.
Como casi todo lo demás que hace a Sonic 2, los gráficos son una evolución de lo ya hecho por su antecesor, siguiendo los mismos conceptos, enfoques y orientaciones, pero mejorándolos en el proceso. Es bastante posible que tras un primer vistazo, el usuario promedio no note mayores variaciones entre ambos sistemas gráficos (no es de extrañar, pues son sutiles) pero haberlos los hay. Por ejemplo, las nubes al fondo de Emerald Hill, o los ubicuos neones que alumbran Casino Night se muestran a una mayor definición que cualquier «background» presente en Sonic the Hedgehog. Sumado a todo aquello, algunos objetos del escenario ocupan una mejor capa de brillo, o presentan iluminaciones y sombreados mas realistas.
Por lo demás, nuestro azur compañero goza en esta ocasión de un mayor número de sprites, que le permiten una más amplia gama de movimientos, y estos están pintados con la mejorada paleta de colores que se usó en esta edición.
La música que envuelve a este titulo es sencillamente bella (quizá no tan rítmica como en el juego original, pero ya me estoy cansando de hacer comparaciones), y he disfrutado mucho al escucharla... pone la atmósfera perfecta para correr por ahí. Los efectos de sonido son quizá la única pieza heredada sin modificaciones, pero tampoco las necesitan. Enmarcan estupendamente nuestras andanzas, como si de le micro melodías ambientales se tratasen.
En conclusión: ¿Es Sonic 2 tan bueno como me lo pintaban? probablemente no -porque para ello necesitaría hablar, hacerme el desayuno, e instalar FreeDOS
por su cuenta-, pero lo cierto es que disfruté muchísimo jugandolo, y
por una vez, un juego tan insistentemente recomendando no me acabó
generando un profundo disgusto, sino que valió la «fama» adjudicada.
Recomendado!
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