Plataforma: NES
Género: Arcade/RPG
Año: 1987
Desarrolladora(s): LJN Toys
Textos: Inglés
Esta es una review que me debo hace mucho tiempo.
Jaws es uno de mis juegos de NES favoritos, aunque desgraciadamente también se cuenta entre los mas odiados por los fanáticos de esta consola. Y yo puedo entender esta postura, mas creo que está algo sugestionada, ya que este título fue lanzado por LJN Toys (compañía difamada hasta el hartazgo por el AVGN, y sus miles de imitadores). Osea, es totalmente cierto que la antigua juguetería de Jack Friedman sacó no pocos juegos de dudosa calidad -por no decir infumables horrores lovecraftianos-, pero meter directamente a este título en aquella bolsa es no tener criterio alguno (ya que insisto, a mi gusto no está nada mal). Con todo, aquello no me sorprende, porque una vez que te has ganado el desprecio de la crítica y los jugadores, de nada vale que saques Deus Ex, porque el ostracismo seguirá estando garantizado (y curiosamente, esto fue mas o menos lo que sucedió)... ¿saben algo?, creo que la idea me merece un desarrollo mas elaborado.
¿Recuerda alguno a Merith Software?... ¿no, verdad?, pues bien, permitanme refrescarles la memoria. Ellos eran una especie de gran distribuidora de videojuegos... cualquiera -y quiero decir cualquiera- podía llevarles su proyecto, y de seguro que lo catapultaban a las tiendas con premura. De aquello puede -acertadamente- deducirse que estos chicos no era muy selectivos en cuanto a la calidad de los productos que aprobaban para duplicación, y es por ello que se les recuerda mayormente por haber sido los Chamberlain que permitieron la existencia del horrendo Fortress of Dr Radiaki entre nosotros. ¿Son entonces todos los títulos sellados por Merith horrores sin valor?... pues, publicaron mucha bazofia, eso es cierto, pero la respuesta corta es un no, ni por asomo, ya que es muy poca la gente que sabe que también apoyaron desde el principio grandiosos proyectos como Reunion. Y si por algún motivo esto a ustedes, escépticos como son, no los convence, también tengo un retruco de modernos tintes.
Ion Storm, la gran desarrolladora de John Romero no necesita presentación alguna, ya que fueron los «orgullosos» padres del controvertido Daikatana, uno de los peores fracasos comerciales que la industria videojuegil haya visto -escapandole por poco al caso ET-... si, luego de esta tortuosa historia, la reputación de la empresa se fue el caño (y de hecho, la compañía misma no sobrevivió a su «producto estrella»), pero entre la publicación del negro juego, y el cierre definitivo de la empresa, hubieron un par de auténticas obras maestras... concretamente Anachronox y Deus Ex. Aquellos títulos cosecharon tanto éxito, que le permitieron a la desarrolladora subsidiaria de Austin (a cargo de un tal Warren Spector) seguir produciendo juegos hasta el año 2004, cuando este mismo gerente general decidió irse de manera voluntaria. Pero bueno, creo que la idea se entiende: que una empresa haya tenido un par de yerros no hace automáticamente malo todo lo que produzca, y es MUY importante formarse una propia opinión (yo probé todos los títulos que mencioné hasta ahora, cuando, de haber creído todo lo que leí, no me hubiera acercado a ninguno de ellos ni por un par de Lamborghinis de plata sobre una montaña de oro). Jaws es solo otro ejemplo de esto: un buen juego publicado por una repudiada compañía.
De acuerdo, Tiburón es una especie de «pseudo-RPG» en el que nos desenvolvemos por un estático mapa de aspecto caribeño con el único objetivo de darle caza al gran depredador marino tras el cual el juego es nombrado. Pero a diferencia de en la/s película/s, la acción toma lugar exclusivamente en el agua, obviando todos los elementos de la trama que transcurran en tierra (aunque felizmente sin necesitarlos). Lo que básicamente hacemos en este programa es navegar nuestro endeble buque pesquero de norte a sur por el rocoso y acuoso espacio entre dos puertos; tomando pequeñas inmersiones para cazar con arpón. Y contrario a lo que podría creerse tras un primer vistazo -y sobre todo luego de haber visto las películas-, estas escenas son la parte central del juego; basando en ellas todas sus mecánicas, así como el mencionado aspecto RPG.
Estas ocurren de la misma azarosa manera que los encuentros con Pokémons Salvajes, y tienen, además, una indefinida duración. Pero son totalmente necesarias para que avance la trama, porque al cazar mantarayas, medusas, y tiburones (que son los tres tipos de fauna marina que nos encontraremos) estos liberan pequeñas conchas de caracol, que podemos cambiar en los muelles locales por un aumento de nivel. Ahora bien, el juego tiene un par de trucos para incrementar su durabilidad: primero que nada, no podemos visitar el mismo puerto en dos ocasiones seguidas, sino que tenemos que ir intercalando; y además, la primera paga no es ninguna mejora, sino un detector de tiburones para localizar la presencia de Jaws (invento inútil si los hay, ya que el bicho es perfectamente visible gracias a su aleta dorsal, pero bueno...). Sumado a todo aquello, si morimos durante una de estas incursiones al lecho marino, perderemos todas las subidas efectuadas (así como la mitad de las caracolas que llevemos encima). Aumentar de nivel es necesario para derrotar al tiburón, ya que su barra de energía no bajará con la velocidad necesaria -esto es, hasta que el juego decida volver a ponernos en el bote- en las mas bajas graduaciones. De hecho... esto siempre me causó una gracia mayor, porque muy a pesar de la fama derivada de las películas, aquí el pobre condrictio no tiene casi chances de acertarnos, teniendo que pasar una auténtica lluvia de arponazos (que dicho sea de paso, son ilimitados, y disparamos con la velocidad de una ametralladora) para siquiera intentar modernos (y claro, ya que morimos con un solo golpe ante cualquier enemigo, y encima el tiene una gigantesca barra de vida, esto no debería preocuparle, pero come on, me gustaría que mostrara al menos un poco de iniciativa... vaya rey de los mares). Con todo, una vez «eliminado» aquel monstruo, aun tenemos que atravesarlo con el mascarón del barco -lo cual es casi imposible-. Y de esto último viene la gran queja que la mayoría le hace a este titulo: su ínfimo factor durabilidad.
Porque muy a pesar del hecho de que perdemos todo nuestro progreso con tal solo un ataque, y de que haya que «levelear» un par de veces para estar en condiciones de enfrentarse al terror blanco, un jugador precavido puede alcanzar los valores necesarios para derrotarle en cuestión de nada (yo tardé solo veinticinco minutos en llegar a la «batalla final»). E incluso si el juego se hace un tanto mas largo con sus escenas de bonus -muy divertidas por cierto-, y la imposibilidad de visitar continuamente la misma dársena, en manos de un experto, el gameplay no llega ni a una hora (lo cual sinceramente podría calificarse de estafa)... y la verdad que, salvo el resumen técnico, tampoco hay mucho mas que contar (solo que además de las mencionadas corazas de molusco, podemos obtener cangrejos y estrellas de mar para aumentar nuestro puntaje).
Sin nada mas que comentar, hagamos el ya tradicional escurrimiento artístico.
Los gráficos del juego son bastante bonitos de hecho, y ayudan de sobremanera a darle algo de la variedad que el gameplay no proporciona. Existen unas pequeñas ilustraciones (en la forma de mini-diapositivas) para marcar algunos eventos tales como la obtención del rastreador, y la perdida de una vida, y el mapa está hecho con bastante gusto, abundando el detalle y el color; mientras que las escenas submarinas cambian su diseño de acuerdo a la profundidad -con la arenosa tierra portuaria por un lado, y la oscura inmensidad del abismo oceánico por el otro-. Los puntos culminantes del apartado visual de Jaws son las ilustraciones del puerto cuando subimos de nivel, y las animaciones de los enemigos, sorprendentemente naturales (con la excepción del propio tiburón, quien luce tan robótico como en el propio celuloide).
La música me ha gustado mucho, y existe en una cantidad mucho mayor a la que cabría esperarse de un título así de corto. Sin contar la tonada de inicio (que es nada menos que el famosísimo tema principal de la película), el juego tiene otras ocho melodías presentes en el -lo que aventaja fuertemente a la media de esa época-; prácticamente... no, de hecho, cada evento tiene su propio acompañamiento musical. Se trata en su mayoría de alegronas composiciones que, intercalándose en la forma en que lo hacen, no desquician al usuario pese a su innegable simpleza (y notorios yerros orquestales). Considero a esta la mejor banda sonora de un juego de LJN, pero eso no quiere decir que sea perfecta ni mucho menos... solo que realmente me gustó, y definitivamente está más allá del promedio.
En conclusión: Jaws es un buen juego injustamente sepultado. Es demasiado corto, si, pero también ofrece grandes cantidades de diversión mientras dura, por lo que yo no lo veo mal. Recomendado!
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