miércoles, 20 de agosto de 2014

Chip and Dale: Rescue Rangers 2 (1993, NES)


Plataforma: NES
Género: Platformmer
Año: 1993
Desarrolladora(s): Capcom
Textos: Inglés



(Necesito como sea escribir una review en español, que hacerlo en inglés está literalmente destruyendo mi capacidad sintáctica).

Ahhh si, Chip and Dale... esto realmente me trae recuerdos. En realidad, su serie homónima de animación -que da nombre a este juego y su precuela- me resultaba bastante prescindible, y solo la miraba por lo «geniales» que me resultaban Chip, Monterrey y Gadget... mas odiaba a Dale hasta el punto de lo absurdo, y Zipper me era total y completamente indiferente. He de reconocer -no obstante- que su tema de apertura me sigue gustando hasta nuestros días, aún lo encuentro fascinante, y solo es vencido en mi memoria por uno que no puede ser desplazado: el rítmico opening de Heathcliff, tan genial que parece tocado por el saxofón de Midas. De hecho -y ya que tocamos el tema-, me parece un tanto indignante el tener que remontarme tan atrás en el tiempo para encontrar una intro musical como la gente (excluyendo animés, ellos siempre tratan a la música como una aliada... como debe ser). Me pregunto cuando fue que la época de la animación «occidental» se volvió tan barata que excluyó de un plumazo a la armonía auditiva del plan. Pero bueno, eso es harina de otro costal...

Ahora bien, mas de uno puede pensar que el juego es material de orfebre, pero la verdad que no lo es. Ni por asomo. Quiero decir, si, es entretenido, pero es que también está «envenenada» la experiencia por algunas decisiones bastante discutibles de diseño que terminan obscureciendo una labor de otra manera meritoria. Y con esto me refiero mas que nada al absurdo sistema de control; pocas cosas me han hecho rabiar de tal manera.

Tenemos el clásico botón de salto (que no necesita explicación) y otro mas para atacar. Este último es quien sufre de una catastrófica implementación. Porque en el mundo de Chip y Dale, tomar un objeto requiere que primero nos acerquemos a él, y luego lo «señalemos» con el D-Pad, de una forma bastante precisa -y diré que hasta quirúrgica en situaciones de riesgo-. Es una mecánica innecesariamente complicada a la que cuesta acostumbrarse -yo aún no termino de agarrarle la mano-, y de la cual no se me ocurre ninguna razón válida para que funcione de la manera en la que fue concebida (he de decir que tampoco ayuda en lo más mínimo que a los jefes y enemigos solo pueda matarselos por medio de arrojarles estos mismos objetos que tan dificultosa hacen su obtención... aunque el juego muestre la suficiente piedad como para hacerlos fáciles de evitar con solo caminar con algo de práctica, maniobrando entre ellos). Otro gran problema que encuentro es la navegación por los escenarios: los mundos de Chip and Dale: Rescue Rangers, son muy poco enrevesados, y se basan en la clásica metodología de ir avanzado de izquierda a derecha hasta dar con la salida, pero esto no disfraza una dificultad bastante artificial que los compone: muchas veces la denominada «desembocadura» no está marcada como tal, por lo que hay que ir probando las diferentes altitudes del nivel, hasta dar con la que realmente haga progresar la historia... esto agrega mucha diversión al asunto, si, pero también trae consigo un problema de molestas proporciones... una vez que algo queda en el fondo de la pantalla, justo por debajo del protagonista, se convierte automáticamente en una «zona de muerte», que matará a las ardillas al más mínimo contacto. De mas está decir que he muerto miles de veces por causa de esto.

Y ya la última cosa de la que me puedo quejar es compartida por muchos otros juegos del género, y casi no vale la mención, pero igual la comentaré: para estar basado el título en los «Rescue Rangers», realmente hay muy poca interacción entre ellos en pantalla. Elegimos entre utilizar a Chip o Dale, y básicamente de nuestra elección se deduce el 50% de lo que veremos... de hecho, nisiquiera conviven tanto en las escenas de corte tampoco... y el resto de los RR están como de compromiso, pareciera, ya que al que más he visto es a Monterrey -e irónicamente Zipper tiene mas diálogos que Gadget -y no, esto ya no tiene explicación--. Con todo, este no es el peor ejemplo de malgaste que he visto. Bill y Ted no se muestran juntos en casi ningún momento de su juego, Buster y Babs tampoco aparecen de gran manera en el suyo, y no recuerdo ninguna instancia del clásico Super Mario Bros (hablo del primero) en que nuestro dúo de paladines compartan pantalla... Ja!

Con todo, una vez sobrepasados estos «obstáculos» (aunque cueste, se puede) Chip and Dale´s Rescue Rangers 2 comienza a hacerse adictivo. El juego comienza con una muy lograda cut-scene que muestra la fuga de FatCat de prisión... para inmediatamente saltar hacía nuestros héroes mirando las noticias locales, y siendo informados de que alguien coló una bomba en un restaurante. Una vez que todo el equipo parte, el presentador del noticiero adhiere que el villano se fugó esa noche de prisión... a su ritmo, sin prisas, como si fuera lo más natural del mundo. Encuentro esta escena de apertura muy meritoria, ya que tiene la clásica incoherencia que uno esperaría de un cartoon -y por ende, de un programa basado en ellos-. Creo que está brillantemente realizada, y le sienta muy bien al mismo.

El Gameplay es, por todo lo expresado anteriormente, bastante básico, pero no por ello carece de verdadero interés. Los diseñadores hicieron un magnifico trabajo acoplando el desarrollo de escenarios y gráficos a la trama, logrando un efecto muy creíble, que ayuda en cantidad a sumarle variedad a un asunto que de otra forma quedaría plano y gris. Tan bien llevada está esta parte de la cocción, que no hay dos escenarios que se parezcan, lo que brinda de un verdadero aliciente para avanzar. Desafortunadamente -aunque esto es relativo- ningún otro aspecto del título sale realmente del molde.

Durante nuestras travesías por el mundo de los Rescue Rangers, contamos con tres puntos de daño -que pueden aumentar al recolectar cierto número de «piezas RR»- y tres vidas, luego de las cuales se nos brinda otro trío de «créditos» para consumir y volver a la aventura... es un divertido estilo árcade que trabaja de maravilla a la hora de formar una impresión (porque al menos yo solía usar mucho mi imaginación al jugar con mi inefable NES). Además, el programa mismo se siente muy cercano a las atemporales recreativas gracias al comportamiento de los rivales: ellos nunca dejan de venir, no importa si los dejamos atrás -y poco les importa tampoco si lo que hacemos es ignorarles, pues seguirán scrolleando y respawneando por toda la eternidad- E incluso los jefes tienen la misma conducta, ya que sus batallas se hacen de frente, con muy pocas variables llegadas desde el entorno -por ejemplo, agujeros en el piso y demases-. Todo ello -mas algunas de las mencionadas dificultades añadidas- vuelven a Chip and Dale: Rescue Rangers 2 algo mas que un simple juego de Nintendo. Es un tortuoso -y valorable- árcade a su vez.

Pasemos ahora al -ya inevitable- resumen técnico:

Los gráficos, fondos y escenarios lucen geniales para los estándares de ocho bits: casi todo fue portado con mano maestra desde la caricatura que lo inspira -y digo «casi» porque, efectivamente, no es la totalidad lo que ha salido bien, sino más bien un porcentaje -bastante alto por lo demás-, ya que a la divertida Gadget la transición a pixels la ha atropellado sin clemencia, logrando que se vea casi desfigurada... una verdadera lástima que, por otro lado, parece justificar su poca participación en el juego... cosa que me enferma, porque es mi personaje favorita!-. Las escenas de corte se ven «crystal clear», al punto que ni hay -o al menos no parece haber- ni un pixel fuera de lugar, y uno disfruta enormemente cada vez que se materializan en pantalla... no les encuentro aristas objetables. Sumado a todo aquello, el texto que compone cada uno de los diálogos se encuentra contenido dentro de unas bonitas cajas de opaco color que los separan del fondo, haciendo que sean muy fáciles de leer.

La música es muy buena también, casi todos los temas me han agradado, pero sin lugar a dudas la cruz con hojas de roble, espadas, y diamantes se las lleva el tema principal que suena en el menú de inicio... se trata de una exquisita renderización del «tune de apertura» del show -que curiosamente parece en un principio que ni es tal, y entonces toca es mágica nota que dispara el plateado botón del entendimiento y danzan los oídos con aquel temazo de épocas pasadas- que ha llegado incluso a hacerme reiniciar la consola solo para volver al oírle. Marca indiscutible de la calidad impresa.






En conclusión: Chip and Dale: Rescue Rangers 2 es un juego cariñosamente cuidado en algunos aspectos e increíblemente débil en otros, por lo que el sabor que deja nunca pasa de ser bastante agridulce (con énfasis en lo agrio). Pero igual lo voy a recomendar porque, una vez «dominado», puede disfrutarse sin mayor inconveniente.

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