Plataforma: Sega Genesis
Género: Acción, beat em up, plataformas
Año: 1989
Desarrolladora(s): SEGA Enterprises Ltd. Editado por SEGA of America, Inc.
Textos: Inglés
Las guerras de consolas son tan viejas como la industria misma, y los que éramos más impresionables a fines del siglo XX recordamos (sea con cariño o con tristeza) una de las más crueles: Sega VS Nintendo. Como si de veteranos de Vietnam se tratasen, muchos jugadores continúan hoy en día negándose a superar el fin del enfrentamiento y todavía insultarán salvajemente a quien admita gustarle la consola contraria. Y no hay mayor testimonio de ello que el Sega Genesis. Fue competencia del NES, y luego del Super NES cuando salió, y se vendía como la consola "para niños grandes" que tenía juegos de deportes, acción, lucha y demás. (Y luego surgió Sonic the Hedgehog...) También hacía alarde de versiones domésticas de arcades populares de Sega para aquel entonces incluyendo Space Harrier, Golden Axe y lo que nos ocupa, Altered Beast.
En un símil de la antigua Grecia, el señor de los infiernos, Neff, ha secuestrado a Atena, hija de Zeus. Los encargados de salvarla son dos gladiadores resucitados (si juegas de a dos) que, cumpliendo ciertas condiciones, podrán convertirse en bestias sobrehumanas.
Luciendo posiblemente más carnoso que en vida, sales a combatir contra zombies, bestias aladas, serpientes y sangijuelas gigantes y aquella bestia con pico de pájaro sobre la que te podías montar en el Golden Axe. Puedes golpear, ya sea de pie o agachado, y dar patadas, pero éstas serán rectas estando de pie y hacia arriba estando agachado. Puedes además saltar, pudiendo saltar más alto si presionas Arriba al mismo tiempo que saltas. Algunos enemigos son Ortros (perros de dos cabezas), de los cuales los de color blanco soltarán un ítem al morir. Al agarrarlo, inicialmente te harás más musculoso y fuerte; pero al agarrarlo de nuevo en tal estado aparecerás incluso más fuerte al grado de romper la camisa, a lo Hulk (o Kenshiro). Al agarrar el ítem una tercera vez, harás justicia al título del juego y te convertirás en un animal humanoide con poderes. En qué te transformes cambia según el nivel; en el primero, un lobo, un dragón en el segundo, un oso (que tira burbujas asesinas) en el tercero...
Neff, el villano nombrado más arriba, también puede transformarse en cosas como una montaña viviente de tierra y una criatura verde de múltiples ojos. Tres veces se aparecerá durante cada nivel, y si no te has transformado antes de la tercera vez, tendrás que pelear contra él en tu forma humana; pero si lo has hecho, podrás encararlo como animal.
Si bien es en verdad un juego memorable, no termina de convertirse en un clásico indiscutible (y de hecho, ya han comenzado a surgir asnos rebuznando que "es una mie***, a tí sólo te gusta porque lo jugaste de pequeño") debido, por un lado, a que es de un ritmo mucho más pausado que otros admirados en este género (incluyendo otros dos de Sega, Golden Axe y Streets of Rage), y por el otro a que la versión de Genesis hace gala de una dificultad representada por una variante odiosa de enemigos; los que te conectan varios golpes seguidos sin que te puedas defender de ninguna forma, ni contraataques ni nada, incluso desde el primer nivel.
En conclusión: Regularzón, pero por su singular premisa vale la pena revisarlo al menos por encima.
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