Plataforma: PC
Género: Plataformas
Año: 1989
Desarrolladora(s): Infogrames
Textos: Multi
Tintin fue uno de los primeros héroes de mi infancia, y me es imposible no conmoverme hasta que la voz se transforme en hilo al recordar la emoción que me embargaba cuando veía que estaban por pasar algunos de mis capítulos favoritos a altas horas de la madrugada por Cartoon Network. Recuerdo con especial cariño las aventuras del reportero en el El Secreto del Unicornio y -en su continuación-, El Tesoro del Rackhan Rojo, al igual que en otras empresas como la divertida obra titulada Tintin y los cigarros del faraón. Se trataba de animación de calidad, con argumentos bien pensados, y una gran fidelidad a los escritos originales publicados en el diario Le Soir desde 1929. La serie era realmente buena, y creo que al maestro Hergé le hubiese gustado.
El juego que nos ocupa ahora, no obstante, es anterior a esta serie, ya que apareció para nuestro deleite en 1989 -mientras que la animación producida por Ellipse Programme y Nelvana, se comenzó en 1991-, y por supuesto que fue encarado por los genios de Infogrames, quienes a lo largo de su ilustre existencia le han dado al mundo a conocer lo mejor que su gala tierra tiene para ofrecer, en títulos basados en el tabacalero vaquero Lucky Luke, y los irreductibles Asterix y Obelix (solo por citar algunos).
Muy a pesar de que el título está basado en los exquisitos tomos gemelos Objetivo: La Luna, y Aterrizaje en la Luna, este no presenta realmente un hilo argumental, y las similitudes con aquellos tebeos son mas bien ilusorias. No obstante, los responsables del proyecto se las arreglaron para hacer un juego interesante con los pocos recursos disponibles. La primera etapa es una simple -aunque sorprendentemente hipnótica- secuencia de vuelo espacial (que representa el despegue del cohete en que viaja nuestro héroe); la misión aquí presente no dista demasiado de aquellos primeros árcades vectoriales: esquivamos los asteroides, y recolectamos puntos y energía para continuar con nuestro avance. Cuando nuestra nave haya quemado todo el combustible disponible, o soportado demasiado vapuleo, el juego se termina... en la parte inferior de la pantalla podemos observar nuestros niveles de nafta, el puntaje hasta ahora sumado, y el recorrido hasta el objetivo... no voy a negarlo, ver como se llena de a poquito -casi a cuenta gotas- aquella maldita barra de estado hasta el destino asignado es una experiencia realmente intensa, ya que el juego -hasta que se le tome la mano, al menos- es difícil en este punto, y las escenas de vuelo son hablar común en él -hay cinco niveles y debemos «volar» hasta cada uno de ellos-. Una vez completada aquella dura tarea, empieza la verdadera diversión.
Resulta que el malvado rufián Boris está saboteando la nave (muy a pesar de que la idea también lo condenaría a él), y es por ello que ha plantado bombas en el aparato, a su vez que inició varios focos de incendio que debemos sofocar. Durante la febril tarea de extinción y desactivación nos encontraremos con algunos de nuestros amigos que han sido amarrados por el villano, dichos colegas son el Capitán Harddock y el profesor Tornasol (a pesar de que ninguno de ellos es parte de la historia que inspira el juego), también nuestro inseparable Milú hace su aparición. En ocasiones es realmente simple desbaratar los planes de Boris, y solo basta lanzar un poco de espuma anti-ignífuga contra las llamas que ha provocado, pero en otros pasajes del título deberemos ser mucho mas creativos para evitar la muerte en medio del frío manto espacial, ya que deberemos desactivar la gravedad para alcanzar -o remover- los explosivos que se encuentren alojados en lugares de complicado acceso.
También es pertinente anunciar que nuestros amigos pueden detener a Boris, pero este puede inmovilizarlos a su vez, y además no creo que esté de mas decir que el criminal soviético es capaz de dispararnos -mientras que nosotros solo vamos armados con un extintor-. Si recibimos un tiro, este nos detendrá por un momento, y quitará algo de energía...y si, al igual que con el cohete, si nos quedamos sin «vida» es Game-Over. El objetivo último es -de manera un poco predecible, además- alunizar, pero para lograrlo debemos vérnoslas con autenticas hordas de meteoritos, fuego, y explosivos. El juego no tiene un argumento, y tampoco cuenta con poderosa variedad, pero debo reconocer que se me hizo muy divertido de explorar.
Los gráficos del mismo son un caso ambiguo: ya que por un lado no resultan tan agradables a la vista como los de productos anteriores (cual Where Time Stood Still), pero sin embargo se muestran mas avanzados en otros aspectos, y esto se hace notorio al comprobar que, en efecto, son capaces de mostrar una ambientación mas realista... de hecho, es en el diseño de los escenarios donde se emplea su mejor baza (porque representar locaciones en primer plano con algún dejo de realidad no resulta fácil, y menos al estar sujeto a pixels de cuatro colores), ya que están plagados estos de variada parafernalia tecnológica y espacial. Osea, el gran problema de los gráficos empleados por la gente de Infogrames es que estos resultan... poco coherentes; y es por ello que en lugar de aplicar un graduado acorde -como el que presentan los sugerentes mundos salvajes del mencionado WTSS- , los grafistas se limitaron a alternar entre la paleta del celeste y morado, pero sin permutar el factor luminosidad... lo que de eso queda, es un feo paseo de colores primarios que acaba cansado soberanamente la vista del usuario. Una lastima, porque -como ya he dicho-, estos niveles no están para nada mal diseñados y amueblados.
Según tengo entendido no hay música en este titulo -asunto excusable por demás-, pero si unos discretos efectos de sonido. Estos están naturalmente llevados por el parlante interno de la máquina, y aunque -salvo contadas excepciones- esta sonora atmósfera resulta anodina, quiero decir que aquí me sorprendió gratamente, haciendo que me gustara escuchar lo que tenía que proponer (sobre todo en las escenas de vuelo).
Para finalizar, quiero decir que este titulo cuenta con una tabla de mejores puntajes, donde los programadores han puesto sus nombres -por lo que hay que bajarlos de ahí a la brevedad -.
En conclusión: Probablemente esperaba algo mas de este juego, pero lo que finalmente obtuve se me antojó delicioso, ya que por el año en que salió, y los reducidos medios a los que estuvo sujeto (esto fue anterior a la incursión de Infogrames en terrenos Lovecraftianos) este resultó sorprendentemente sólido. Claro, hay otros mejores ejemplos de este personaje a los cuales dedicarle tu valioso tiempo, pero este fue uno de los precursores de todo aquello... y por tal, está realmente bien, y lo recomiendo.
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