lunes, 25 de agosto de 2014

Pelswick (2000, Nelvana)


País de origen: Canadá
Género: Comedia
Año: 2000
Cadena: Nelvana
Audio: Multi
Vista en: Magic Kids
Duración: 23 Minutos
Re-lanzamiento: NO
Temporadas/Episodios: 2 / 26
¿Con final?: NO



Pelswick es una serie por la que nunca me desviví realmente, pero a la que sin embargo le tengo un gran respeto. La razón de esto es que sus creadores se animaron a hacer algo diferente -y vaya que pagaron el precio por ello-, coronando su caricatura con un loable mensaje esperanzador en cada capitulo: «estar en una silla de ruedas no te vuelve impedido, sentirte así lo hace».

La trama gira lógicamente alrededor de un chico de trece años llamado Pelswick, que se encuentra postrado en una silla de ruedas. Los demás personajes no lo traen a menos por esto, y en las raras ocasiones en que alguno se muestra demasiado comprensivo con respecto a su situación, este se molesta. De muchas maneras, el protagonista vive la típica historia que se ve en las caricaturas anglosajonas, sin tener en cuenta ninguna clase de limitación arrastrada por su condición de lisiado (de hecho, incluso tiene el actor principal el odio del mayor antagonista de la serie, un abusón llamado Boyd Scolarzo). Me encanta, realmente me encanta que los chicos de Nelvana planearan el rodaje de la forma en que lo hicieron, ya que el chico no solo recorre sus ambientes a gusto, sino que además se da el lujo de hacer unas cuantas piruetas que ni los skateboarders profesional podrían (en tu cara, Tony Hawk). Desgraciadamente, no todas las directrices a las que sometieron el producto fueron tan afortunadas, ya que por ejemplo, uno de los amigos del incapacitado héroe (Goon Gunderson), es notablemente tonto, pero nisiquiera está ahí como recurso cómico, sino que rara vez tiene incluso diálogos (¿que iba a decir de todas formas?), y su labor se reduce a prácticamente dificultar una ya de por si enrevesada situación... y esto se complementa de negativa manera con el otro compinche del muchacho (Ace Nakamura), que es tan antisocial como inteligente..., entonces, cualquiera que haya visto al menos una serie de secundarias americanas ya lo sabe, el grupejo resulta, simplemente, patético, y en un programa que pretende -y por momentos consigue por lo alto- levantar la moral de los chicos menos afortunados en materia de salud, el resultado es casi histriónico. Existe, a su vez, otro aspecto de la producción al que muchos de los críticos y televidentes no perdonaron: ocasionalmente -pero en todos los capítulos- aparece junto al protagonista una especie de «ángel guardián» -se identifica así-, el cual no tiene mayor relevancia en la historia que el de darle difusos consejos crípticos acerca de la vida y sus diferentes etapas. No solo que los tan «bienaventurados» asesoramientos resultan finalmente de dudoso valor (generalmente se los emplea para rematar los episodios), sino que el personaje que los da no resulta para nada creíble... y es particularmente jocoso que en ocasiones la propia familia de Pelswick lo considere loco por «atraparlo» en medio de charlas con su invisible interlocutor. Aún así, el mencionado ángel resulta tan gracioso como impredecible, lo que hace que uno deje de hacerse preguntas o cuestionar su presencia, y empiece a carcajear con la extraña mezcla de picardia e ingenuidad que suele mostrar.

Pero mas allá de todo, lo que hizo que mirara mas de dos capítulos de este programa es su delicioso sentido del humor -tan bueno que se ubica entre los mejores que visto-. La trama de Pelswick no resulta siempre llevadera, y en ocasiones es incluso confusa, pero la comicidad implícita en cada episodio hace que uno se esfuerce en entender que pasa... es de hecho, el hilo conductor del todo el argumento, y eso ya no cabe decirlo de la caricatura promedio.

El mundo concebido por John Callahan tiene una risa oculta en cada capa, lo que hace que solo los mas observadores puedan descubrir todos los chistes presentes en el guión -lo cual trae consigo una curiosa sensación de triunfo-. Hay muchas críticas al consumismo y la cultura popular estadounidense dentro y fuera de escena, así como a los propios personajes (porque si, Boyd podrá ser todo lo maloso que quieras, pero no impide que tenga su propio traje de marinerito). Aveces las bromas parecen parte de la trama, pero resultan igual de efectivas en su propio contexto independiente, haciendo que puedan sostenerse por si mismas (la computadora de Pelswick, por ejemplo, tiene dibujada una pera, en clara sátira de Apple, y con eso el espectador promedio puede pensar «ja, buena esa» y pasar olímpicamente de ello... solo para mantenerlo en la cabeza y recordar que esa fruta tiene nula popularidad en los Estados Unidos y Canadá, con lo cual la broma toma verdaderas proporciones luego de investigar un poco... de nuevo, lejos del común de los cartoons).

Algo que me encantó en su momento, es que los personajes de este dibujo no tienen una conducta definida, por lo que, además de representar su rol, se dedican a parodiarlo. Es simplemente genial ver como la abuela Gram-Gram se pasa una parte significativa del presente episodio aleccionando a los niños acerca de como no gastar tu dinero en cosas que no necesitas para, acto seguido, acabar con las existencias de un vendedor ambulante de pelucas verdes. De hecho, la abuela es uno de los mejores personajes que he visto, porque no es que el concepto de figura materna + anciana desquiciada sea realmente original («Cucky» de Hey Arnold viene cumpliendo esa función desde 1996), pero consigue resaltar el papel por medio de una exageración tan brutal que acaba resultando incluso elocuente (gran mérito de Ellen Ray Hennessy, su actriz de voz). Gram-Gram hace de la locura algo cotidiano (solo me basta con decir que reparte el desayuno arrojandoselo al ventilador de techo) por lo que es siempre deliciosa de ver. Es una lástima que solo se haya centrado la acción en ella durante un par de episodios, ya que es un personaje con mucho para dar.

¿Y el «matón» Scolarzo? Bien, creo que debería ampliar sobre él (ya que lo he mencionado en varios pasajes de este texto). Boyd es como una versión mas cruda del añorable Biff de Volver al Futuro, ya que comparte muchas similitudes con ese personaje (ambos viven solos con su abuela, -a la cual tienen engañada con una supuesta conducta angelical-, también tienen en común ser los líderes de una pandilla de segunda en su secundaria (aunque en el caso este se trate de un trío), y estar flechados por la misma chica que el principal (Julie Smockford)). Pero a diferencia del mencionado Biff, Boyd tiene una gran «chispa» para ser el recurso cómico del programa. Está tan fuera de lugar, que funciona de maravilla en su papel antagónico. Recuerdo una vez cuando su abuela (junto con la de Pelswick) se había ido sin decirle a nadie a un tiempo compartido, y este -lejos de preocuparse- disfruta de la casa para si mismo durante varios días... y solo la va a rescatar tras prometerle el protagonista que lo dejaría soltar ratas por todo el lugar si le ayudaba con el rescate. Este personaje está tan bien logrado por lo sádico que resulta... digo, se la agarra con el único chico en silla de ruedas que conoce, y lo ofusca constantemente (haciendo caso omiso de sus amigos), pero también es totalmente reducido por este cuando llega a su límite. En fin, otro que mereció mucha mas atención de la que finalmente tuvo (aunque, para ser justos, tiene roles bastante activos en el correr de la serie).

El resto de los personajes siguen mas o menos la misma línea, pero ninguno resulta ya demasiado destacable (aunque Julie y su amiga Sandra han sabido hilvanar algunos de los mejores momentos de la serie entre peleas). Para que me entiendan, estoy seguro de que todos estos harán reír a quien se anime a mirar este cartoon, pero ya ninguno alcanza la chispa de Gram-Gram y Boyd (y el padre de Pelswick -aunque con momentos de autentica genialidad- tira mas bien a gris).

Para terminar con el apartado cómico de esta animación, voy a comentar que hay grandes dosis de humor negro en los episodios (aunque, siguiendo con las máximas de Callahan, este no esté siempre a la vista)... y si, sé que puede sonar raro que un programa de esta índole pueda tenerlo, pero lo tiene (vaya que si), y además este lo es en toda la extensión de la palabra; existiendo incluso un capitulo entero dedicado a centrar la discapacidad del protagonista como centro de las bromas (con mensaje, claro, pero siempre me ha resultado algo chocante a decir verdad).

Hablando del aspecto técnico, voy a comentar que Pelswick tiene uno de los peores trazos que haya visto en un dibujo de animación. No entiendo bien la razón de esto, ya que a una compañía como Nelvana (que fue la encargada de producir y distribuir las versiones americanas de varios animés como Sakura Card Captor y Medabots) dinero precisamente no le faltaba, y sin embargo, el aspecto visual del show acaba resultando a penas un poquito mas rescatable que el de programas concebidos para verse mal como Sticking Around y Zona Tiza. Mas aún, algunos personajes están realmente mal diseñados (el mencionado padre del protagonista tiene un modelo bastante feo de mirar), y todos sufren de un proceso de animación mas bien plástico que resulta, en ocasiones, engorroso de ver. Los fondos no son tampoco una maravilla, y muchas veces carecen incluso de elementos decorativos y detalle, contrastando fuertemente unos con otros (los que tienen algún mensaje oculto suelen estar sobrecargados, mientras que estancias de uso cotidiano como la cocina, rara vez tienen parafernalia alguna). Sinceramente poco puedo entender acerca de la poca importancia que se le dio al apartado visual en este proyecto, digo, es una caricatura y no se supone, sino que te entra por los ojos, por lo que descuidar esto se me antoja suicida (y de hecho, fue finalmente uno de los lastres que acabó con la cancelación del proyecto).

En cuanto al departamento auditivo... bien, los temas de apertura y cierre -en su extraño rock n roll polifónico- me gustaron bastante, pero desgraciadamente no puedo decir lo mismo del grueso de los efectos de sonido. Vamos, me explico: debido a una extraña dirección artística, muchos de estos suenan fuera de lugar, o de maneras inesperadas, al punto que uno siempre se queda esperando algo mas espectacular de unos, o termina, por el contrario, aturdido por otros. Permitanme ejemplificar lo anterior: en determinado episodio, Julie, Sandra, Goon, Pelswick, y Boyd toman prestada una grúa para saltar la verja del tiempo compartido mencionado unos cuantos párrafos atrás... y bien, mientras esta produce un zumbido apenas audible, podemos comprobar que es el mismo usado para sonorizar el ascensor para sillas de ruedas al comienzo del capítulo, con lo cual ya nada tiene sentido. Igual, hay que comentar que de todas formas los «ruidos-ambiente» fueron utilizados de manera estratégica en su limitación, haciendo que apenas nos percatemos de unos pocos (lo cual me parece una decisión sumamente acertada por parte de los responsables).

Las voces son, por otro lado, una autentica maravilla, al punto que da gusto escucharlas. Los personajes se expresan con bastante emotividad, y resultan, en conjunto, mas que creíbles (aunque de nuevo, es el padre quien se lleva «el tirón de orejas», porque su actuación me suena sumamente desganada).

En conclusión: Pelswick es una serie que da gusto descubrir hoy en día, ya que sus notorios fallos no consiguen hacer mella en el resultado final, logrando una caricatura divertida, y fundamentalmente esperanzadora para los niños con discapacidad. Es, de muchas maneras, algo que la televisión viene necesitando desde sus mismísimos origines, por lo cual resulta bastante triste que el ejemplo no haya cundido. Recomendada!






: http://www.imdb.com/title/tt0262981/

: http://www.youtube.com/results?searc...=Pelswick&sm=3

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