Pelswick (2000, Nelvana)
País de origen: Canadá
Género: Comedia
Año: 2000
Cadena: Nelvana
Audio: Multi
Vista en: Magic Kids
Duración: 23 Minutos
Re-lanzamiento: NO
Temporadas/Episodios: 2 / 26
¿Con final?: NO
Pelswick es una serie por la que nunca me
desviví realmente, pero a la que sin embargo le tengo un gran respeto.
La razón de esto es que sus creadores se animaron a hacer algo diferente
-y vaya que pagaron el precio por ello-, coronando su caricatura con un
loable mensaje esperanzador en cada capitulo: «estar en una silla de
ruedas no te vuelve impedido, sentirte así lo hace».
La trama gira lógicamente alrededor de un chico de trece años llamado Pelswick,
que se encuentra postrado en una silla de ruedas. Los demás personajes
no lo traen a menos por esto, y en las raras ocasiones en que alguno se
muestra demasiado comprensivo con respecto a su situación, este se
molesta. De muchas maneras, el protagonista vive la típica historia que
se ve en las caricaturas anglosajonas, sin tener en cuenta ninguna clase
de limitación arrastrada por su condición de lisiado (de hecho, incluso
tiene el actor principal el odio del mayor antagonista de la serie, un
abusón llamado Boyd Scolarzo). Me encanta, realmente me encanta que los chicos de Nelvana
planearan el rodaje de la forma en que lo hicieron, ya que el chico no
solo recorre sus ambientes a gusto, sino que además se da el lujo de
hacer unas cuantas piruetas que ni los skateboarders profesional podrían
(en tu cara, Tony Hawk). Desgraciadamente, no todas las
directrices a las que sometieron el producto fueron tan afortunadas, ya
que por ejemplo, uno de los amigos del incapacitado héroe (Goon Gunderson),
es notablemente tonto, pero nisiquiera está ahí como recurso cómico,
sino que rara vez tiene incluso diálogos (¿que iba a decir de todas
formas?), y su labor se reduce a prácticamente dificultar una ya de por
si enrevesada situación... y esto se complementa de negativa manera con
el otro compinche del muchacho (Ace Nakamura), que es tan
antisocial como inteligente..., entonces, cualquiera que haya visto al
menos una serie de secundarias americanas ya lo sabe, el grupejo
resulta, simplemente, patético, y en un programa que pretende -y
por momentos consigue por lo alto- levantar la moral de los chicos menos
afortunados en materia de salud, el resultado es casi histriónico.
Existe, a su vez, otro aspecto de la producción al que muchos de los
críticos y televidentes no perdonaron: ocasionalmente -pero en todos los
capítulos- aparece junto al protagonista una especie de «ángel
guardián» -se identifica así-, el cual no tiene mayor relevancia en la
historia que el de darle difusos consejos crípticos acerca de la
vida y sus diferentes etapas. No solo que los tan «bienaventurados»
asesoramientos resultan finalmente de dudoso valor (generalmente se los
emplea para rematar los episodios), sino que el personaje que los da no
resulta para nada creíble... y es particularmente jocoso que en
ocasiones la propia familia de Pelswick
lo considere loco por «atraparlo» en medio de charlas con su invisible
interlocutor. Aún así, el mencionado ángel resulta tan gracioso como
impredecible, lo que hace que uno deje de hacerse preguntas o cuestionar
su presencia, y empiece a carcajear con la extraña mezcla de picardia e
ingenuidad que suele mostrar.
Pero mas allá de todo, lo que hizo que mirara mas de dos capítulos de
este programa es su delicioso sentido del humor -tan bueno que se ubica
entre los mejores que visto-. La trama de Pelswick
no resulta siempre llevadera, y en ocasiones es incluso confusa, pero
la comicidad implícita en cada episodio hace que uno se esfuerce en
entender que pasa... es de hecho, el hilo conductor del todo el
argumento, y eso ya no cabe decirlo de la caricatura promedio.
El mundo concebido por John Callahan tiene una risa oculta en
cada capa, lo que hace que solo los mas observadores puedan descubrir
todos los chistes presentes en el guión -lo cual trae consigo una
curiosa sensación de triunfo-. Hay muchas críticas al consumismo y la
cultura popular estadounidense dentro y fuera de escena, así como a los propios personajes (porque si, Boyd
podrá ser todo lo maloso que quieras, pero no impide que tenga su
propio traje de marinerito). Aveces las bromas parecen parte de la
trama, pero resultan igual de efectivas en su propio contexto
independiente, haciendo que puedan sostenerse por si mismas (la
computadora de Pelswick, por
ejemplo, tiene dibujada una pera, en clara sátira de Apple, y con eso el
espectador promedio puede pensar «ja, buena esa» y pasar olímpicamente
de ello... solo para mantenerlo en la cabeza y recordar que esa fruta
tiene nula popularidad en los Estados Unidos y Canadá, con lo cual la
broma toma verdaderas proporciones luego de investigar un poco... de
nuevo, lejos del común de los cartoons).
Algo que me encantó en su momento, es que los personajes de este dibujo
no tienen una conducta definida, por lo que, además de representar su
rol, se dedican a parodiarlo. Es simplemente genial ver como la abuela Gram-Gram
se pasa una parte significativa del presente episodio aleccionando a
los niños acerca de como no gastar tu dinero en cosas que no necesitas
para, acto seguido, acabar con las existencias de un vendedor ambulante
de pelucas verdes. De hecho, la abuela es uno de los mejores personajes
que he visto, porque no es que el concepto de figura materna + anciana
desquiciada sea realmente original («Cucky» de Hey Arnold
viene cumpliendo esa función desde 1996), pero consigue resaltar el
papel por medio de una exageración tan brutal que acaba resultando
incluso elocuente (gran mérito de Ellen Ray Hennessy, su actriz de voz). Gram-Gram
hace de la locura algo cotidiano (solo me basta con decir que reparte
el desayuno arrojandoselo al ventilador de techo) por lo que es siempre
deliciosa de ver. Es una lástima que solo se haya centrado la acción en
ella durante un par de episodios, ya que es un personaje con mucho para
dar.
¿Y el «matón» Scolarzo? Bien, creo que debería ampliar sobre él (ya que lo he mencionado en varios pasajes de este texto). Boyd es como una versión mas cruda del añorable Biff de Volver al Futuro,
ya que comparte muchas similitudes con ese personaje (ambos viven solos
con su abuela, -a la cual tienen engañada con una supuesta conducta
angelical-, también tienen en común ser los líderes de una pandilla de
segunda en su secundaria (aunque en el caso este se trate de un trío), y
estar flechados por la misma chica que el principal (Julie Smockford)). Pero a diferencia del mencionado Biff, Boyd
tiene una gran «chispa» para ser el recurso cómico del programa. Está
tan fuera de lugar, que funciona de maravilla en su papel antagónico.
Recuerdo una vez cuando su abuela (junto con la de Pelswick)
se había ido sin decirle a nadie a un tiempo compartido, y este -lejos
de preocuparse- disfruta de la casa para si mismo durante varios días...
y solo la va a rescatar tras prometerle el protagonista que lo dejaría
soltar ratas por todo el lugar si le ayudaba con el rescate. Este
personaje está tan bien logrado por lo sádico que resulta... digo, se la
agarra con el único chico en silla de ruedas que conoce, y lo ofusca
constantemente (haciendo caso omiso de sus amigos), pero también es
totalmente reducido por este cuando llega a su límite. En fin, otro que
mereció mucha mas atención de la que finalmente tuvo (aunque, para ser
justos, tiene roles bastante activos en el correr de la serie).
El resto de los personajes siguen mas o menos la misma línea, pero ninguno resulta ya demasiado destacable (aunque Julie y su amiga Sandra
han sabido hilvanar algunos de los mejores momentos de la serie entre
peleas). Para que me entiendan, estoy seguro de que todos estos harán
reír a quien se anime a mirar este cartoon, pero ya ninguno alcanza la
chispa de Gram-Gram y Boyd (y el padre de Pelswick -aunque con momentos de autentica genialidad- tira mas bien a gris).
Para terminar con el apartado cómico de esta animación, voy a comentar
que hay grandes dosis de humor negro en los episodios (aunque, siguiendo
con las máximas de Callahan, este no esté siempre a la vista)...
y si, sé que puede sonar raro que un programa de esta índole pueda
tenerlo, pero lo tiene (vaya que si), y además este lo es en toda la
extensión de la palabra; existiendo incluso un capitulo entero dedicado a
centrar la discapacidad del protagonista como centro de las bromas (con
mensaje, claro, pero siempre me ha resultado algo chocante a decir
verdad).
Hablando del aspecto técnico, voy a comentar que Pelswick tiene uno de los peores trazos que haya visto en un dibujo de animación. No entiendo bien la razón de esto, ya que a una compañía como Nelvana (que fue la encargada de producir y distribuir las versiones americanas de varios animés como Sakura Card Captor y Medabots)
dinero precisamente no le faltaba, y sin embargo, el aspecto visual del
show acaba resultando a penas un poquito mas rescatable que el de
programas concebidos para verse mal como Sticking Around y Zona Tiza.
Mas aún, algunos personajes están realmente mal diseñados (el
mencionado padre del protagonista tiene un modelo bastante feo de
mirar), y todos sufren de un proceso de animación mas bien plástico que
resulta, en ocasiones, engorroso de ver. Los fondos no son tampoco una
maravilla, y muchas veces carecen incluso de elementos decorativos y
detalle, contrastando fuertemente unos con otros (los que tienen algún
mensaje oculto suelen estar sobrecargados, mientras que estancias de uso
cotidiano como la cocina, rara vez tienen parafernalia alguna).
Sinceramente poco puedo entender acerca de la poca importancia que se le
dio al apartado visual en este proyecto, digo, es una caricatura y no
se supone, sino que te entra por los ojos, por lo que descuidar
esto se me antoja suicida (y de hecho, fue finalmente uno de los lastres
que acabó con la cancelación del proyecto).
En cuanto al departamento auditivo... bien, los temas de apertura y cierre -en su extraño rock n roll
polifónico- me gustaron bastante, pero desgraciadamente no puedo decir
lo mismo del grueso de los efectos de sonido. Vamos, me explico: debido a
una extraña dirección artística, muchos de estos suenan fuera de lugar,
o de maneras inesperadas, al punto que uno siempre se queda esperando
algo mas espectacular de unos, o termina, por el contrario, aturdido por
otros. Permitanme ejemplificar lo anterior: en determinado episodio, Julie, Sandra, Goon, Pelswick, y Boyd
toman prestada una grúa para saltar la verja del tiempo compartido
mencionado unos cuantos párrafos atrás... y bien, mientras esta produce
un zumbido apenas audible, podemos comprobar que es el mismo usado para
sonorizar el ascensor para sillas de ruedas al comienzo del capítulo,
con lo cual ya nada tiene sentido. Igual, hay que comentar que de todas
formas los «ruidos-ambiente» fueron utilizados de manera estratégica en
su limitación, haciendo que apenas nos percatemos de unos pocos (lo cual
me parece una decisión sumamente acertada por parte de los
responsables).
Las voces son, por otro lado, una autentica maravilla, al punto que da
gusto escucharlas. Los personajes se expresan con bastante emotividad, y
resultan, en conjunto, mas que creíbles (aunque de nuevo, es el padre
quien se lleva «el tirón de orejas», porque su actuación me suena
sumamente desganada).
En conclusión: Pelswick es
una serie que da gusto descubrir hoy en día, ya que sus notorios fallos
no consiguen hacer mella en el resultado final, logrando una caricatura
divertida, y fundamentalmente esperanzadora para los niños con
discapacidad. Es, de muchas maneras, algo que la televisión viene
necesitando desde sus mismísimos origines, por lo cual resulta bastante
triste que el ejemplo no haya cundido. Recomendada!
: http://www.imdb.com/title/tt0262981/
: http://www.youtube.com/results?searc...=Pelswick&sm=3
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